Mi clase de literatura ideal

Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío. Antonio Machado.

 Si hay algo que todo docente ha de tener en cuenta, es que es necesario cambiar la forma de dar literatura en el aula. No podemos darles clase a los alumnos de una manera tan teórica como nos la daban a nosotros, ya que en la actualidad los adolescentes no son como lo eran hace años, tienen otras inquietudes e intereses. Si en el aula los obligamos a leer un libro, que además no les suscita interés alguno, para después hacer un examen se desmotivarán y perderán el interés por algo tan apasionante como es la literatura. 

 Al plantearme cómo podría impartir una clase de literatura, inmediatamente me ha venido a la mente una obra de Federíco García Lorca, la casa de Bernarda Alba. La forma clásica sería la siguiente: Obligarlos a leer el libro, y hacer el examen para comprobar si lo han leído. Pero ese no es el objetivo de la literatura, el objetivo es que disfruten con ella, que aprendan y que sean capaces de trasladarse a la historia que narra el autor como si ellos mismos fueran parte de la trama. 

 Yo como docente, para empezar les haría una breve presentación de García Lorca y la época en la que se escribió la obra. El objetivo de ésto es que conozcan al autor y los motivos que lo llevaron a escribir. Después, les aclararía que íbamos a hacer actividades diferentes, así estarían motivados y tendrían ratos libres en clase para leer el libro relajados. El fin de esta actividad es que disfruten de la lectura y también fomentarla. Una vez terminado el libro, recurriría a algo tan atractivo para los alumnos, como son las TICs. Haría una actividad con Kahoot, se proyectarían una serie de preguntas de la obra, y ellos desde sus smartphones marcarían la que creyeran correcta. Con este ejercicio, se consigue, por un lado, que los alumnos interactúen entre ellos y que debatan acerca de la obra, y por otro, que amplíen sus conocimientos de la misma. También tendrían que hacer en clase una representación teatral de la obra, por ejemplo, como la casa de Bernarda Alba tiene tres actos, se dividirían en tres grupos y cada grupo haría la representación de uno de ellos.

 De tener la posibilidad, sería interesante llevarlos al teatro para que vieran una representación real de la obra de la mano de profesionales. Y finalmente, para dar por concluida la lección tendrían que preparar un vídeo con imágenes y música que muestren lo que la obra representa para ellos.